Cuatro goles para romper el cero de la segunda etapa y división de honores ante el delirio de Rojos y Amarillos en el Coloso de El Batán

Se lo dijo en la transmisión de Goltv: no fue un partido, fue un show. Y así fue el primer tiempo entre el Club Deportivo El Nacional y Sociedad Deportiva Aucas en el estadio Olímpico Atahualpa. Tres goles, que bien pudieron ser más de no ser por un milagroso Hernán Galíndez, que le negó dos festejos Jorge Ordóñez y uno a Maicon Solís. Los Puros Criollos se pusieron en ventaja por intermedio de Diego Armas, después de una buena jugada colectiva y un remate imposible para el meta visitante a los 17 minutos de juego. Sin embargo, Papá sacaría casta de campeón para irse al frente, herido en su amor propio y con una formación revolucionaria respecto a lo visto en la primera etapa; con las presencias de Luis Cano, Ronald Briones y Byron Carabalí. Corría el minuto 32 cuando Jeison Medina bajó una pelota maravillosa para Cano, que cruzó la pelota perfecta, y corrió a celebrar la del empate. Tres minutos más tarde, un centro de Yerson Candelo, otra de las caras nuevas en el conjunto Oriental, levantó un centro que Medina remató con su pecho luego de un error entre el arquero y los dos centrales del Rojo, para convertir el dos a uno. Así, entre emociones fuertes, se fueron al descanso.

El segundo tiempo decayó en intensidad, pero no por falta de ganas o ímpetu, sino por la mella física que hizo la entrega de la primera mitad. Así mismo, los entrenadores debieron hacer movimientos en el campo de juego por el desgaste de varios de sus efectivos, y eso conspiró para pasar de lo brillante a lo muy bueno. El elenco Oriental pugnaba por irse al frente y liquidar el pleito con un tercer gol, y eso los dejó mal parados a los 65 minutos, cuando en una jugada de tres toques perfectos, el recién ingresado Angelo Quiñónez convirtió el tanto del empate para los Puros Criollos; sólo empujando la pelota. Del dominio visitante pasamos al del local. Cuando el reloj marcaba el minuto 68, el árbitro sancionó el que parecía un claro penal de Hernán Galíndez sobre Gustavo Asprilla, pero ahí intervino el VAR para comprobar que no existió la falta.

En la recta final del compromiso, fue el equipo de Ever Hugo Almeida el que más resistió físicamente, y por ende se mantuvo sin claudicar en sus intenciones por quedarse con los tres puntos. A los 93 minutos de juego, un pase milimétrico de Manu Balda dejó solo a Angelo Quiñónez, pero el delantero no remató bien y se perdió el triunfo para su equipo. Aucas, por su parte, dejó ver a muchas caras nuevas como variantes; jugadores que provienen de sus divisiones formativas y a los que Santiago Escobar dejó en claro que loes dará espacio. Fue un empate sensacional como espectáculo.