¿Cómo se prepara un jugador profesional antes de un partido?
Hablamos, cómo no, de estar perfectamente preparado para ofrecer su mejor rendimiento cuando llega la hora de la verdad
Hay un desafío que no mucha gente tiene en cuenta a la hora de pensar en el trabajo que realiza un jugador de fútbol. Hablamos, cómo no, de estar perfectamente preparado para ofrecer su mejor rendimiento cuando llega la hora de la verdad, es decir, el día que tiene partido.
Esto requiere una rutina muy concreta y específica. Pero ¿en qué consiste exactamente? Aquí lo vamos a explicar para comprender mejor cómo llegan en estado óptimo a la fecha y a la hora marcada en el calendario.
La preparación comienza el día anterior
Vamos a imaginar el caso de un jugador que disputa un único partido a la semana, ya que simplifica mucho la preparación. Por norma general, el sábado o el domingo, que es cuando hay partidos de liga.
A comienzos de semana, una vez recuperado del esfuerzo físico del encuentro del día anterior (las 24 horas siguientes al partido suelen ser de descanso total o, como mucho, de masajes en la musculatura para favorecer la recuperación), se impone una elevada carga de trabajo, la cual va reduciéndose paulatinamente hasta que, el día antes del partido, es muy baja.
Esa noche anterior el jugador ha de preocuparse de dormir lo máximo posible. Como mínimo, ocho horas, pero lo ideal es pasar en la cama todo el tiempo que pueda. En caso de que el partido sea por la mañana, habrá debido cenar bastantes hidratos de carbono el día anterior, mientras que si es por la tarde o la noche tendrá que hacerlo por la mañana o a mediodía. Hay que comer siempre entre dos y tres horas antes de que el balón eche a rodar.
La rutina pre-partido
Otra cuestión muy importante son los nervios, ya que no todos los jugadores los gestionan igual. De hecho, es habitual que desarrollen rituales o que tengan 'manías', como escuchar un determinado estilo musical o jugar un rato tras realizar una comparación de casinos de blackjack en línea. Da igual. El objetivo es siempre despejar la mente.
El día del partido no se hacen grandes esfuerzos físicos. Lo normal es centrar la actividad física en realizar estiramientos que acondicionen la musculatura para el esfuerzo físico que se avecina, así como obtener buenas sensaciones tocando la pelota una vez vestido de corto.
Sin embargo, lo más difícil de todo es estar preparado en todo momento. Algo que se aplica especialmente a aquellos jugadores que saldrán desde el banquillo, ya que pasarán un buen rato sin jugar. En este caso, la carrera suave y los estiramientos también son claves para que, a la hora de salir al campo, el riesgo de lesión sea mínimo.
Así se prepara un jugador de fútbol profesional antes de un partido. Tanto a nivel mental como físico, lo que no siempre es sencillo. Evidentemente, se trata de deportistas de élite con una condición física excepcional, lo que le permite afrontar este tipo de desafíos en condiciones óptimas. En ocasiones, hasta dos o tres veces a la semana.